La historia de las uñas posee múltiples contradicciones en las teorías sobre sus orígenes, pero lo verdaderamente concluyente es que la evolución y la tendencia de decorar las uñas ha sido un proceso basado en el desarrollo progresivo de la imaginación.
En la historia, la decoración de las uñas y su paleta cromática ha sido símbolo de la jerarquía social, pero ahora gracias a los hermanos Revson llega una la revolución.
Es en 1932 cuando, los hermanos Charles y Joseph Revson y el químico Charles Lachman, se fijaron en la técnica para la realización de la pintura de autos y decidieron aplicarla en la elaboración de los barnices para uñas.
Ellos buscaban eliminar el concepto de teñido, que era lo que se realizaba hasta la época, para introducir el de pintado de uñas, y en base a esta revolucionaria idea se las arreglaron para crear un barniz moderno hecho con la misma nitrocelulosa disuelta en el disolvente que se utiliza en la pintura de coches y decidió preparar un esmalte rojo carmesí al que llamó Wallis en honor a la mujer divorciada por la que abdico del trono Edward, heredero del rey Jorge V de Inglaterra, el Duque de Windsor.
Aunque el boom llegó en los 40, y una vez mas Hollywood hizo de las suyas con la llegada de las película en color, cuando RITA HAYWORTH empezó a lucir espectaculares manicuras en rosa en sus películas, el esmalte de uñas se catapulto a la fama, y la audiencia podía ver a sus actrices usando exóticos rojos y malvas de Revlon.
Su bajo costo dió la posibilidad a todas las mujeres para acceder a ellos y el poder contar con lápices de labios que hicieran juego que incrementaron aún más su glamour.
Desde los años 30 pasando por cada década la mujer ha ido adquiriendo el hábito de mostrar su personalidad con las uñas, siendo una verdadera necesidad el cuidado y el color de éstas.
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